En el mes en el que se celebra el Día del Periodista, con información dialogó con el presidente de la cooperativa de trabajadores Por Más Tiempo Limitada, quien visibiliza la lucha que entablan para que el diario Tiempo Argentino siga saliendo a la calle.

“En estos años trabajé mucho y, sobre todo, crecí en el oficio. Aprendí de la mano de mis compañeros. Esos que hoy duermen en los pasillos donde antes conversábamos sobre alguna nota que estábamos haciendo e intercambiábamos fuentes. Esos que me empujaron en este último verano cuando las argucias vaciadoras de los dueños nos querían frenar. Esos que son y serán Tiempo Argentino cuando todo este conflicto haya finalizado”, dice Javier Borelli, presidente de la cooperativa Por Más Tiempo Limitada y uno de los tantos trabajadores del diario Tiempo Argentino que hoy luchan por su puesto de trabajo, por ejercer su profesión dignamente.
Ante el vaciamiento de la empresa y al abandono de la patronal que comenzó a gestarse hacia fines del 2015, y luego de 4 meses sin percibir salarios, los trabajadores decidieron organizarse, pensar en una alternativa autogestiva y conformar una cooperativa: “Estamos haciendo lo que definimos como una resistencia pacífica en la redacción para garantizar las herramientas de trabajo y, al día de hoy, es lo que nos permite volver a sacar Tiempo Argentino a la calle”, afirma Javier.
El diario sale todos los domingos gracias a la gran respuesta de los lectores que, a modo de ejemplo, agotaron los 35 mil ejemplares de la edición especial del 24 de marzo. Además, en junio aspiran a colocar online la página web con actualizaciones diarias, de lunes a domingo.
Dueños de sus palabras
“El trabajo hoy es, efectivamente, muy distinto”, explica Borelli. Ahora, quienes redactaban notas o realizaban investigaciones; quienes editaban, confeccionaban diseños o tomaban fotografías, deben hacerse cargo también de la parte administrativa, de los recursos humanos, de conseguir publicidad, de hablar con los canillitas, con la gente que hace la distribución.
“Es bastante complejo no sólo por eso si no también por el hecho de no tener patrón y ser nosotros mismos los dueños. Eso genera un compromiso totalmente distinto con el compañero y una responsabilidad enorme hacia el producto final porque hoy somos dueños de nuestras palabras”, sintetiza.
Ser periodista hoy
En tiempos de debates extensos e intensos acerca de la profesión, ésta ha quedado en el centro de la escena. Para Javier el periodismo es uno sólo y “busca contar y visibilizar cuestiones que son relevantes y que alguien quiere que no se conozcan”. “En la medida en que uno contribuya a hacer eso y a explicar al resto de la gente cuestiones que son importantes para su vida en sociedad me parece que, si lo hace con honestidad, eso es periodismo”, reflexiona.
El presidente de la cooperativa de trabajadores Por Más Tiempo Limitada estuvo dos años en Internacionales y luego otros dos en Sociedad, conoció a presidentes de todos los países, entrevistó a Ban Ki-moon y Noam Chomsky, cubrió las elecciones presidenciales de Estados Unidos y los efectos del Huracán Sandy desde Nueva York en 2012, así como el surgimiento de Podemos y Ciudadanos desde Madrid.
En Tiempo Argentino “había muchas notas de calidad, notas que estaban por arriba de la media del mercado, cuestión que se demuestra hoy que somos los mismos periodistas y hacemos un diario que se vende un 50% más que lo que se vendía Tiempo en los últimos meses del año pasado”, enfatiza Borelli.
“Entonces, se puede hacer periodismo de verdad, se puede no traicionarse en el camino y, ojalá, el futuro nos demuestre que no estamos equivocados y que es factible. Es difícil pero vale la pena”, concluye quien, junto a sus compañeros, lucha por conservar su puesto de trabajo y seguir desarrollando su pasión: el periodismo.
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