Una forma de recuperar las voces y memorias que duermen en las calles

Visitas guiadas en Avellaneda
Fueron realizadas por estudiantes de la carrera de Guía Universitario en Turismo y permitieron mostrar la transformación y los cambios espaciales, históricos y sociales de la ciudad.

Por Lic. Pablo Reales | Director Académico Turismo.

Desde la carrera de Guía Universitario en Turismo pensamos al turismo como una herramienta de transformación social y en ese sentido es que nuestro abordaje promueve el aprendizaje del rol del Guía a través del ejercicio de prácticas en territorio en términos de intervención colectiva. Por tal motivo, las prácticas de visitas guiadas que realizan nuestros estudiantes intentan recuperar la memoria histórica y social de nuestros espacios, desde una perspectiva de revalorización colectiva y propia de la cultura y la identidad popular.

Esta propuesta no es sólo el resultado de los relevamientos, la investigación y la diagramación de los circuitos realizados por los estudiantes de este cuatrimestre de Práctica de Guiado II, sino que se trata de una instancia superadora: por un lado, es el resultado del trabajo que vienen realizando compañeros docentes desde el inicio de la carrera abordando el territorio y, por el otro, también el compromiso y trabajo de otros estudiantes que en este mismo sentido, intervienen ese territorio, relevando, mapeando, buscando información, pensado circuitos… en fin: recuperando las voces y memorias que duermen en las calles.

Más allá del trabajo articulado de varias materias, estas prácticas dan cuenta de los vínculos entre universidad, territorio y patrimonio del municipio, a través de relatos pensados en el formato de circuito turístico, que profundizan en el conocimiento de la historia, la cultura y el paisaje cultural urbano de los espacios que habitamos, puesto que se trabaja sobre el aprendizaje de herramientas para la construcción de narrativas que disputan sentidos a los relatos hegemónicos sobre nuestros espacios, los mismos que habitó el pasado industrial, sobre el escenario costero del Camino de Sirga.

De esta manera, se pretende promover una mirada reflexiva sobre el espacio urbano donde convive la memoria con lo cotidiano, haciendo eje en la dimensión del conflicto como motor de las transformaciones espaciales y simbólicas, a partir de la visibilización de otros mapas posibles, que se traduzca en el diseño de circuitos orientados a respetar identidades, construyendo una ética sobre la base del respeto a la diversidad, entendiendo que diversidad es cultura, cultura es patrimonio y el patrimonio es el recurso primario del Turismo.

Así, con nuevas narrativas y bajo nombres como: “Pinceladas de una memoria industrial”, “Cartografías desde la sirga”, “Resurgir a orillas del Riachuelo” o “El resurgir de un barrio olvidado”, recorrimos la zona de Sede España hasta Av. Mitre, Puente Pueyrredón Viejo, el espacio donde se encontraban los frigoríficos, la Estación Darío y Maxi, la calle Mariano Ferreyra, el Puente Bosch con la futura sede de Ambiente y Turismo de la UNDAV y el Camino de Sirga. Y, en el entorno de la sede Piñeyro, se trazó un circuito donde se visibilizaron las antiguas fábricas, las recuperadas -como la SIAM- las abandonadas, las recuperadas a través de Cooperativas de trabajo -como la Lavalan- y las reconvertidas con otros usos, como nuestra propia sede de la Universidad.