El Congreso Nacional, espíritu federal y contrapeso de poder

El intercambio, el debate, los acuerdos y los disensos enriquecen la vida democrática y consolidan sus instituciones. Para ello, el rol del Poder Legislativo es fundamental.

El mes de marzo es indefectiblemente parlamentario. El año legislativo comienza el 1ro de marzo, como señala la Constitución.

Por Gonzalo Cáceres | Coordinador de la Tecnicatura en Política, Gestión y Comunicación - UNDAV

El mes de marzo es indefectiblemente parlamentario. El año legislativo comienza el 1º de marzo, como señala la Constitución. Varios son los temas políticos que se definen, más en un año par que supone el funcionamiento de plenos renovados en ambas cámaras (las 72 bancas del Senado que se renuevan por tercios cada dos años y los 257 diputados que se renuevan por mitades cada dos años). Repasemos algunos de ellos que también nos ayudarán a comprender el funcionamiento del Poder Legislativo Nacional (PLN) y su rol.

En principio, la vida parlamentaria se rige por la Constitución Nacional (CN) y los reglamentos de cada una de las cámaras. Esto se complementa con varias leyes nacionales que regulan aspectos jurídicos respecto del trámite parlamentario y obligaciones formales de las leyes. ¿Cuáles son las consecuencias prácticas para su funcionamiento? ¿En qué se traduce todas estas obligaciones y reglamentos?

En primer lugar, la CN delimita aquellas atribuciones que son exclusivas del Congreso de la Nación y sobre las cuales el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) no puede legislar. Pero además, la CN indica al PLN cómo y cuándo funcionará, qué temáticas tratará con preferencia y el rol de control sobre los actos del PEN. Los reglamentos de ambas Cámaras complementan y precisan aquello que en la letra de la CN es un enunciado general. Es decir, estas normas se leen en conjunto.

En marzo nos enteramos qué partidos controlan cada una de las comisiones; la composición de aquellas que ejercen control sobre los actos del PEN (la Bicameral que dictamina DNUs, por ejemplo) y los principales proyectos de trabajo de los diferentes bloques en ambas cámaras. El discurso de apertura de sesiones ordinarias por parte del Presidente presenta las principales iniciativas legislativas del Ejecutivo.

En segundo lugar, los reglamentos precisan las 45 comisiones permanentes de diputados, las 29 comisiones permanentes del Senado y las 19 comisiones bicamerales, sus atribuciones y el funcionamiento de cada una de las Cámaras. La composición de las Comisiones se desprende de la participación proporcional de cada fuerza política y los bloques de los cuales forman parte en sus respectivas cámaras. Como resultado, sabremos qué iniciativas legislativas tendrán mayor o menor probabilidades de ser aprobadas en función de contextos favorables o no al tratamiento de sus propuestas.

Finalmente, el Congreso de la Nación es una casa federal en la que se expresan tanto las posiciones de los diferentes sectores sociales que componen cada provincia como la voluntad de sus gobiernos. De este modo, se enriquece el debate con miradas que a una temática particular aportan las singularidades de sectores productivos, sociales o culturales a lo largo y ancho del país. En el trabajo de comisión, previo al tratamiento de un proyecto en sesión, confluyen estas miradas. Dicha dinámica de trabajo, muchas veces desconocida, es constante y se extiende a lo largo de todo el año.

Durante este 2018, se esperan arduos meses de trabajo de comisión, reuniones para discutir y emitir dictamen y un incansable trabajo de negociación y búsqueda de consensos para llevar adelante aquellas iniciativas que cada fuerza política entiende mejorarán la calidad de vida de la población. Una cosa es segura, el intercambio, el debate, los acuerdos y los disensos enriquecen la vida democrática y consolidan sus instituciones. Para ello, el rol del Congreso es fundamental.

El control parlamentario
Una de las funciones más importantes del PLN es el control sobre los actos del PEN. Podemos enumerar dos controles principales. El control constitucional, a través de la Comisión Bicameral del Trámite Legislativo, que da cuenta de la constitucionalidad de los Decretos de Necesidad y Urgencia que emite el PEN, y de las comisiones de Asuntos constitucionales de cada una de las Cámaras. El control de gestión se realiza por medio de la Comisión Mixta revisora de Cuentas y la Auditoría General de la Nación. La composición proporcional garantiza los controles y contrapesos entre los poderes del Estado.

Marzo 2018 | Edición #62