Luisina Petrissans rendirá un examen de enfermería para homologar sus saberes en Estados Unidos y desempeñarse profesionalmente allí. “Estudiar y tener un título universitario te abre muchísimas puertas”, asegura.

“Estudiar y tener un título universitario te abre muchísimas puertas”, asegura Luisina Paula Petrissans, egresada de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) que fue becada para trabajar como enfermera en Estados Unidos.
Luisina es vecina de Piñeyro, tiene 36 años y desde 2016 trabaja en el área de Unidad Coronaria del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Tiene un nivel bilingüe del idioma inglés desde los 15 años, una de las pasiones de su vida, y rendirá un examen de enfermería para homologar sus saberes en EEUU, para lo cual fue becada por una empresa de dicha área, siendo la primera argentina en recibirla.
Luego de luchar contra una enfermedad oncológica y superar diversas cirugías y una etapa de rehabilitación, Luisina decidió anotarse en la carrera de Enfermería en la UNDAV, aunque hasta entonces cursaba el Traductorado de Inglés en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
- ¿Cómo surgió la posibilidad de presentarte para trabajar como enfermera en EEUU?
Mi sueño más grande es poder trabajar como enfermera en Estados Unidos. Desde que egresé de la carrera estuve buscando la posibilidad de homologar el título de enfermera en dicho país. Es así como llegué a una empresa que recluta enfermeras internacionales y se interesaron mucho en mi perfil como enfermera y en el currículum que actualmente tengo. Ellos decidieron otorgarme una beca que consiste en hacer la homologación y pagarme los exámenes internacionales. Una vez que se rinden los exámenes de enfermería en Estados Unidos, el Consejo de Enfermería me otorgaría la matrícula para poder ejercer como enfermera registrada.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que se te presentan? ¿Qué tareas deberías realizar una vez en EEUU?
Como desafío lo primero que se presenta ahora es que yo tengo que prepararme muchísimo para poder rendir el examen de enfermería porque las competencias de los enfermeros norteamericanos son muy distintas a las competencias que tenemos en la Argentina.
Una vez que llegue a Estados Unidos tengo que establecerme y empezaría a trabajar en jornadas laborales con los horarios que trabajan los mismos estadounidenses, que son jornadas de aproximadamente 12 horas entre 3 y 4 veces por semana.
- ¿Cómo ves la enfermería argentina y qué podrías aportar en suelo estadounidense?
Creo que, si bien la enfermería argentina está creciendo, aún le falta. Todavía se debe capacitar muchísimo a los profesionales, lograr que puedan conseguir el título de grado. Un buen enfermero tiene que estar formado en todas las bases teóricas y en todas las bases prácticas para poder llevar a cabo lo que es el ejercicio profesional de la mejor manera.
Lo que se puede aportar en suelo estadounidense desde lo que es la enfermería argentina es la práctica clínica y la forma de manejar los diferentes recursos. Nosotros acá estamos acostumbrados a manejarnos quizás con menos recursos, con menos aparatología, con menos avances tecnológicos de lo que ellos tienen. Cuando se sale al campo práctico vemos todas las falencias, todos los faltantes y todos los recursos que todavía necesitamos los enfermeros para poder ejercer la profesión como se debe y para poder llegar a la comunidad como corresponde.
- ¿Qué les dirías a quienes están pensando en anotarse a la carrera en la UNDAV o a quienes están dando sus primeros pasos?
Lo que me gustaría decirles es que el paso por la universidad para quienes quieren lograr el objetivo de tener un título universitario es importantísimo. Estudiar es una gran inversión. La Universidad Nacional de Avellaneda es una universidad sumamente inclusiva, tiene siempre posibilidades para todos. La Universidad creció muchísimo en estos 11 años desde que yo la conozco y me hace sentir muy orgullosa de ser egresada.



Octubre 2023 | Edición #117