Cuando hablamos de Malvinas, la guerra es un lugar ineludible, es el punto de partida de muchas de nuestras reflexiones. Pero no debe perderse la perspectiva histórica de “larga duración”.

Por Prof. Rodrigo Ávila Huidobro*

El jueves 4 de mayo se inauguró en la Sede Piñeyro de nuestra universidad un mural parte de la serie “Malvinas por la paz y la soberanía”, del colectivo artístico “Mosaico Nacional”. La misma se dio en el marco del Proyecto “Héroes de Malvinas” de Trabajo social Comunitario 3, que desde hace seis años se realiza en conjunto con la Asociación Civil Combatientes de Malvinas de Avellaneda, que nuclea a veteranos de la Guerra de Malvinas. A partir de este trabajo, así como en tantos otros vínculos que se tejen con los actores del territorio, la universidad se involucra en la persistente tarea de rememorar. La revisión de la historia de manera colectiva, junto a quienes fueron protagonistas, plantea las bases de la construcción de una comunidad concreta, que, en su quehacer cotidiano, en su hacer universidad, en nuestro caso específico, parta desde las problemáticas, las experiencias y los saberes de su pueblo.

El tema de la “comunidad” no es menor, es una categoría, al igual que la de “pueblo” y “nación”, que debe ser revisitada, revisada y reconstruida, de ser necesario, puesto que remite directamente a la identidad y, en consiguiente, a las prácticas sociales y políticas, a la posibilidad de la acción compartida.

Cuando hablamos de Malvinas, la guerra es un lugar ineludible, es el punto de partida de muchas de nuestras reflexiones. Pero no debe perderse la perspectiva histórica de “larga duración”. Es por eso que la conmemoración -el 10 de junio- del Día de la Reafirmación de los Derechos Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico es de suma importancia. Esta fecha, fijada en la Ley 20561/1973, ha sido elegida porque el mismo día, en 1829, se creó la primera Comandancia Política y Militar con asiento en las islas, designando a cargo a Luis Vernet, proceso que se trunca a partir de la invasión británica en 1833. Esta evocación nos exige pensar más allá de las coyunturas políticas inmediatas, con la vigencia del colonialismo en el siglo XXI y una Argentina -bicontinental- acechada y parcialmente ocupada, donde la resolución del viejo debate de cuál es nuestro “lugar en el mundo” signará nuestro porvenir.

El poder de los símbolos radica en su capacidad de síntesis, de evocación y al mismo tiempo en las múltiples voces que pueden habitarlos. Esa silueta malvinera vestida de celeste y blanco, al igual que el mural que nos interpela desde el patio contiguo, el pañuelo de las madres, nos convoca a una práctica. Los desafíos en la construcción de un presente y un futuro común, dignos de ser vividos, son múltiples. El pueblo argentino y su universidad pública han demostrado que tienen con qué encararlos, es cuestión de movimiento.

* Docente de Trabajo Social Comunitario.

El rector Jorge Calzoni reivindica la “transversalidad de Malvinas” en la agenda de la UNDAV.

Junio 2023 | Edición #114