Historias de Avellaneda
Por Dg. Jesica D´Alessandro*
En el barrio Crucecita, en Avellaneda, nació en el año 2008 la primera cooperativa textil travesti trans, impulsada por el sueño de la activista Lohana Berkins con el fin de brindar contención, capacitación laboral y un trabajo digno a un colectivo excluido por la sociedad.
Con el tiempo, la cooperativa textil Nadia Echazú, llamada así en honor a una pionera en el activismo trans, tomó vuelo propio y fue reconocida por instituciones y organizaciones nacionales e internacionales por la promoción de la integración social.
Para el año 2010 llegaron a emplear a 65 trabajadoras, todas chicas travestis y trans. Un logro importantísimo, porque más allá de la producción o el rendimiento de la cooperativa, pudieron abrir un espacio de contención para las chicas que hasta ese momento no encontraban otro modo de subsistir que no fuera el de la prostitución.
Pero después de los triunfos logrados, en febrero de 2016 murió Lohana Berkins y la lucha se basó en resistir al ajuste del gobierno neoliberal que imperaba en el país; con mucho esfuerzo la cooperativa logró sobrevivir con la mejor estrategia que les enseñó Lohana: el amor travesti, comenzando a hacer trabajos de arreglo de ropa y alquilando partes del edificio para poder pagar la luz; hasta que en el 2020 firmaron un convenio con Desarrollo Social en el distrito de Avellaneda para aportar a la inclusión travesti y trans con talleres laborales y atención integral.
El colectivo trans continua en lucha bajo la premisa de su fundadora ya que “el amor travesti supo remendar el mejor tejido, el tejido colectivo de la lucha y de la revolución”.
* Estudiante de la Licenciatura en Turismo | UNDAV.
Marzo 2023 | Edición #111