Historias de la Patria Grande

Migrantes: ¿me voy o me expulsan?
Foto ilustrativa

Laura B. Lodovico*

Varios Pactos y Declaraciones sobre migrantes y refugiados fueron firmadas a instancias de la ONU, hasta que el 28 de febrero de 2000 la institución supranacional, por Resolución 55/93, establece el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante.

Los fundamentos son el creciente flujo de migrantes y la necesidad de protección que ellos necesitan, “considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en ella, sin distinción de ningún tipo, en particular de raza, color u origen nacional”.

Lo más preocupante son las migraciones internacionales pues éstas no se producen ahora por hambrunas o, en su momento, para huir de las 2 guerras mundiales.

Hoy el panorama es más complejo. El hambre ha aumentado; las guerras son permanentes, sean éstas internas o internacionales; la contaminación del ambiente (migrantes ecológicos) sea por agrotóxicos o por contaminación nuclear, dejan la tierra yerma, el agua envenenada y el aire irrespirable.

Los migrantes ya no cruzan en barcos el Atlántico si no que caminan con lo poco que pueden llevarse hacia algún territorio que les sea más acogedor si es que lo encuentran. Se han observado los riesgos que corren salvadoreños y guatemaltecos huyendo del hambre y de la violencia de las “maras” rumbo a EE. UU. En Asia y Europa escapando de las bombas. En África, donde la miseria, las malas condiciones de vida y las enfermedades abundan tanto como la violencia los que pueden, migran a países donde ya se han establecido grupos de coterráneos.

Todos ellos deben enfrentar un mal inevitable que es el desarraigo. Tener que dejar su país para poder sobrevivir, llegando a lugares con idiomas desconocidos, alojamiento precario, lejos de sus familias, enfrentando lo desconocido.

La ONU insta a los países y a su población para que vean el lado positivo de las migraciones aprovechando las ventajas que esta movilidad humana ofrece creando sociedades más pluralistas y resilientes. Que así sea.

* Graduada del CCC en Licenciatura en Historia de la UNDAV.

Diciembre 2022 | Edición #110