A propósito de la celebración -el 17 de mayo- del Día Mundial del Reciclaje, te contamos por qué dicha práctica es tan importante y te damos algunos consejos para poder llevarla a cabo.

Por Lic. Julia Mancini*
Todo lo que usamos y consumimos nos es provisto por la naturaleza. Los materiales que nos brinda y que están contenidos en “las cosas”, pueden ser renovables -que se pueden restaurar naturalmente a velocidades iguales o menores a su consumo-, o no renovables -que existen en cantidades fijas y que se consumen más rápido de lo que la naturaleza puede recrear-.
Estos últimos son los que, al convertirse en residuos o desechos, persisten por más tiempo en los ecosistemas y es por eso que requieren de la acción de los humanos para evitar que terminen impactando negativamente en el ambiente, y también para recuperarlos como fuente de materia prima y trabajo, a través del reciclado de los mismos. Estos materiales son vueltos a poner en el mercado, consumiendo mucha menos energía en los procesos de fabricación y disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que provienen de las ciudades y no de la naturaleza.
La primera decisión es a la hora de adquirir un producto, verificando si parte o la totalidad de éste, o su envase, está compuesto por material que haya sido reciclado, y/o por material factible de ser reciclable (esta información suele estar contenida en los productos que contienen plástico, metales, vidrio, papel/cartón), o por un material biodegradable que puede convertirse en abono mediante la técnica del compostaje. El material que no pueda ser sometido a ninguna de las dos opciones anteriores, tiene su destino en un relleno sanitario o en un basural.
Luego, cuando el producto se convierte en desecho, debe disponerse separadamente en contenedores para “reciclables”, ya sea en el hogar o en los “puntos de reciclado” de la vía pública. De esta manera, son pre-seleccionados por el consumidor y facilitan el transporte de esos materiales a las plantas de recuperación de residuos, generalmente conformadas por cooperativas de recuperadores urbanos que trabajan en la planta o que “cartonean” en la calle. En Argentina existen más de 200.000 recuperadores urbanos que se abastecen de la venta de los residuos reciclables a las empresas recicladoras.
*Docente de Residuos Sólidos. Licenciatura en Ciencias Ambientales - Tecnicatura Universitaria en Conservación de la Naturaleza y Áreas Naturales Protegidas.
Mayo 2021 | Edición #93