UNDAV Accesible

Por Natalia Rodríguez*
Los movimientos feministas adoptaron un rol trascendental en las últimas décadas. Las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries se autoconvocaron en la lucha contra la violencia, el acoso sexual y la discriminación por cuestiones de género. Se comenzó a cuestionar el patriarcado, sus estereotipos y mandatos sociales. Sin embargo, todavía cuesta suprimir la mirada capacitista que coexiste con la patriarcal.
La discapacidad es transversal a cualquier orientación sexual o identidad de género. Dicho de otra manera, el colectivo de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries está también integrado por personas con discapacidad. Por lo tanto, cabe destacar que, si a la segregación y discriminación que siempre sufrieron las personas con discapacidad, se le suman otras variables como género y orientación sexual, las prácticas de desigualdad se agudizan y este microcolectivo que es parte del anterior, resulta ser el que mayor vulneración de sus derechos sufre como consecuencia de lo que se conoce como múltiple discriminación.
Aislades socialmente, con limitaciones para acceder a los servicios de salud, enfrentando barreras comunicacionales y arquitectónicas, con poco acceso a la información, sin poder poner sus cuerpos en las calles, institucionalizades, luchan por su visibilidad y el cumplimiento de sus derechos.
Es por ello que, desde el Programa de Accesibilidad y Discapacidad, en articulación con el Programa Transversal de Políticas de Género y Diversidad -ambos pertenecientes a la Secretaría de Bienestar Universitario-, trabajamos con el objetivo de prevenir, detectar, sancionar y erradicar diferentes tipos de violencia y discriminación, en los entornos presenciales y digitales de toda la Universidad Nacional de Avellaneda, atendiendo a las desigualdades para poder alcanzar la equidad, con intenciones de avanzar hacia un sólo feminismo que luche por los derechos de todes y contemplando que algunas sí estamos locas, que tal vez nunca podamos levantar nuestro puño, ni alcemos nuestra voz. Probablemente no podamos asistir a todas las marchas y consideremos que se puede militar desde nuestras sillas. Sin pretender que todes nos vean, ni gritar fuerte y claro.
Pero haciendo saber que también somos y acá estamos. Pensamos, sentimos y tenemos derechos. Seguiremos fortaleciendo el trabajo intersectorial y transversal a través de la formación y de campañas de concientización en materia de géneros, diversidades y discapacidad.
*Coordinadora del Programa de Accesibilidad y Discapacidad UNDAV.
Abril 2021 | Edición #92