La longevidad y sus desafíos
Foto ilustrativa

Por Dra. Gladys Renzi*

Desde mediados del siglo XX, la humanidad atraviesa uno de los fenómenos inéditos en su historia, el acceso a la longevidad, que quizás sea la revolución más importante para los seres humanos. Si bien el envejecimiento poblacional puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y del desarrollo socioeconómico de un país, también constituye un reto, porque impacta en todos los aspectos de la vida.

En Argentina, según proyecciones del INDEC, la población de mayores de 60 años supera actualmente los siete millones de personas, de las cuales el mayor incremento se observa en los mayores de 80 años.

Frente a esta realidad, es preciso cambiar la mirada que se tiene sobre la vejez y comenzar a considerarla como un momento más del curso de la vida, en el que las personas puedan seguir desarrollando su potencial, a través de la participación activa, en condiciones de dignidad y seguridad, y ejerciendo sus derechos, entre ellos: el acceso a la salud, al desarrollo de diferentes actividades y a la autonomía, tal como lo plantea el paradigma del envejecimiento activo y saludable que propone la OMS desde 2002.

Asimismo, es necesario revisar qué concepción de “persona mayor” subyace a las distintas políticas y acciones que se desarrollan, de modo tal de superar los prejuicios como el viejismo y el edadismo que llevan a ubicar a los mayores de 60 años en el lugar de “objetos de cuidado”. Por el contrario, es perentorio reconocer su estatus de “sujeto de derecho”, tal como lo establece la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (OEA, 2015) ratificada por la Argentina en 2017.

Asimismo, si bien es ineludible reconocer que la vejez va acompañada por un proceso de declive y una serie de modificaciones estructurales y funcionales que afectan la disminución de las capacidades, también está comprobado que las intervenciones centradas en la actividad física han demostrado su eficacia en retrasar e incluso, revertir esos cambios y las posibles patologías asociadas.

En ese contexto, el Departamento de Salud y Actividad Física de la Universidad Nacional de Avellaneda reconoce al envejecimiento como un proceso complejo, que debe ser estudiado de manera holística, integral e interdisciplinar. Por eso, desde el año 2012, a partir de una de sus líneas de investigación, viene dando lugar a un conjunto de acciones de investigación, vinculación, transferencia, extensión y enseñanza de grado y posgrado. Entre esas acciones, se destacan: la carrera de posgrado Especialización en Envejecimiento Activo y Saludable de los Adultos Mayores (EEASAM), el proyecto de investigación “Promoviendo un buen envejecer” -en curso-, los talleres de UPAMI y la reciente creación del Grupo de Estudios sobre el Envejecimiento Activo y Saludable (GEsEAS).

* Directora de la EEASAM y del GEsEAS.



Diciembre 2020 | Edición #90