¿Qué nos genera la discapacidad?

La eliminación de barreras -y ya no la rehabilitación de la persona- nos señala cuál es el camino a recorrer. Reflexiones a propósito del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Foto ilustrativa

Por Natalia Rodríguez*

Son notables los cambios de paradigma que han abordado la temática de la discapacidad y la accesibilidad a lo largo del tiempo. Al respecto, las personas con discapacidad han atravesado muchas categorías y prejuicios sociales. Han tenido que luchar con algo tan elemental como ser reconocidas como personas y por consiguiente, como sujetos de derechos.

Se ha llegado a comprender que la discapacidad tiene que ver más con una cuestión social que con una problemática de índole individual, y con ello se ha pretendido avanzar hacia la construcción de una sociedad más justa, menos estigmatizante y con mayor grado de apertura hacia la diversidad. En ese sentido, se ha dado un gran paso, ya que al no quedar la discapacidad reducida al plano íntimo de la persona, la inclusión se ha convertido en una responsabilidad social.

La eliminación de barreras -y ya no la rehabilitación de la persona- nos señala cuál es el camino a recorrer y nos permite afirmar que si asumimos el compromiso colectivo de dejar de segregar mediante nuestras prácticas e indiferencia, en un tiempo no muy lejano, la accesibilidad debiera ser plena para todas las personas, independientemente de que haya o no discapacidad.

Sin embargo, cuando hablamos de cuestiones sociales, las desigualdades se acentúan. Las personas con discapacidad históricamente han sufrido la vulneración de sus derechos y aquellas que se encuentran en situación de pobreza aún más. Una persona con discapacidad, que cuenta con los recursos para eliminar por sus propios medios las barreras con las que se encuentra en el camino, puede en la actualidad llevar adelante una vida digna, gozando de sus derechos como cualquier otra persona. Cuando la persona cuenta con movilidad propia, con personal que le brinde el apoyo necesario, no tiene que dar batallas legales ni presentar recursos de amparos, la vida se hace más sencilla y las barreras desaparecen. Paradójicamente, hay personas con discapacidad que han ocupado cargos jerárquicos y, sin embargo, no han logrado empatizar con las necesidades que el colectivo de las personas con discapacidad con menos recursos tiene. Queda demostrado que si el acceso está garantizado, la persona es capaz de desarrollarse con plena libertad.

El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad y nos parece oportuno sumarnos a visibilizar la lucha que a diario siguen dando las personas con discapacidad, las que no sufren por su condición, sino por la indiferencia, el rechazo, el miedo. Que se enfrentan a nuevos desafíos no pudiendo hacer lectura labial en el nuevo mundo de los barbijos. Realizando trámites mediante plataformas no accesibles. Siendo algunas mujeres sometidas a esterilizaciones forzosas en épocas en las que predomina el discurso de poder decidir sobre los propios cuerpos. Teniendo que subordinarse a la mirada de docentes universitarios que no evalúan el rendimiento académico sino que se limitan a representaciones del ámbito de los oficios. Dando pelea para acceder a un derecho constitucional garantizado como lo es el derecho al trabajo digno y rentado, etc.

En la UNDAV sostenemos nuestro compromiso con todos y todas nuestros y nuestras estudiantes, trabajadores y trabajadoras. Sabemos que aún nos falta mucho por transitar pero asumimos el desafío que ello implica, con el desarrollo de políticas educativas que se enmarcan en el trabajo realizado desde el Programa de Accesibilidad y Discapacidad, dependiente de la Secretaría de Bienestar Universitario, y trabajando de manera articulada con otras áreas de gestión de la UNDAV y con instituciones públicas y organizaciones. No tenemos dudas de que esa es la única manera de darle sentido al discurso y ver concretada la acción.

Apoyemos al colectivo de personas con discapacidad que forma parte de nuestra universidad, para que se desarrollen profesionalmente en nuestra casa de estudios y para que quienes deciden formarse en nuestra institución, sepan que anhelamos garantizarles su derecho a la educación superior.

*Coordinadora del Programa de Accesibilidad y Discapacidad (Secretaría de Bienestar Universitario).



Diciembre 2020 | Edición #90