Editorial
Democracia: un mundo capaz de incorporar a todas/os

Por Ing. Jorge Calzoni | Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda

Si resulta difícil comprender comportamientos antidemocráticos en supuestos tiempos “normales”, lo es más aún en tiempos de pandemia. El investigador catalán Joan Subirats, quien nos visitara hace unos años, afirma en su libro Otra sociedad ¿Otra Política?: “la democracia no puede ser sólo vista ya como una forma más de gobierno. La democracia es una forma de entender la sociedad. El gran objetivo de la democracia debería ser el de construir un mundo capaz de incorporar a todos/as. Una democracia inserta en un mundo que no se obsesione en seguir creciendo despreciando las consecuencias que ello tiene”.

La pandemia expuso muchas dificultades preexistentes, pero abrió debates de problemáticas que parecían resueltas para el poder hegemónico globalizado. Una de ellas, las fronteras, conceptos de soberanía y gobernanza local.

¿Es posible pensar soluciones locales sin estrategias y criterios globales? Vale pensarlo tanto para la economía, en cuanto a la dirección de ingresos y tributos, renta básica universal, paraísos fiscales, evasión, regulación de bienes y servicios, etcétera; como para aspectos sanitarios, como por ejemplo, la vacuna contra el coronavirus COVID-19 -en esta locura planetaria de competir, en lugar de compartir-. Evidentemente, la competencia es por la rentabilidad y no por el bien común, lo cual desnuda un problema estructural del capitalismo.

Y, tristemente, no es potestad de quienes se enrolan en el denominado neoliberalismo, sino que, conceptualmente, ha sido horadado el sentimiento común de nuestra sociedad y, en particular, de muchos dirigentes. Es la irresistible tentación de algunos de competir entre las personas en lugar de integrarnos armónicamente. La pandemia nos expone, una vez más, a repensarnos no sólo desde el punto de vista sanitario, sino como seres humanos y nuestras relaciones interpersonales, con los objetos, con la naturaleza y, en definitiva, con las ideas.

¿O seguiremos despreciando la naturaleza para obtener supuestas riquezas para unos pocos? ¿O seguiremos discriminando por diferencia de género, política o religión, sin respeto por la diversidad que debería nutrirnos? ¿O seguiremos sintiéndonos poseedores de la verdad absoluta, en lugar de ser capaces de construir soluciones entre todes? Interrogantes que quedan pendientes y que deberían interpelarnos, sobre todo, a quienes tenemos mayores responsabilidades.

Tal vez, por lo antedicho, dejo para el final la situación planteada en la Sede Riachuelo de la UNDAV, anunciada como proyecto por la entonces Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en 2012; licitada por el municipio de Avellaneda y financiada por la ACUMAR; con una primera etapa inaugurada, donde desarrollamos una serie de actividades, tales como muestras y convocatorias, la presentación del libro de Beatriz Mendoza, editado por UNDAV Ediciones, algunas clases y hasta una reunión del Consejo Superior. Lamentablemente, la paralización de la obra impidió la terminación total de aulas y laboratorios y nos obligó a no poder continuar allí con todas las cátedras tal como estaba previsto. Hicimos diferentes presentaciones al Municipio, a la ACUMAR y a la Justicia, pero no tuvimos respuesta alguna.

Nos enteramos por los medios de comunicación que, de manera unilateral, el Municipio propuso dicho edificio para albergar al Polo Judicial de Avellaneda – Lanús. Ante esta situación, convocamos a la Mesa Interclaustro y al Consejo Superior, que, de manera unánime, repudiaron la apropiación del edificio destinado a la UNDAV para otro destino absolutamente distinto al previsto originalmente.

Claramente, la UNDAV es una organización democrática en la que no se toman decisiones unilaterales. Por ello, en concordancia con lo expresado al inicio de la editorial, convoco también al resto de los actores políticos a fin de que democráticamente se resuelva esta decisión para el bien de toda la comunidad de Avellaneda, no sólo la universitaria.



Septiembre 2020 | Edición #87