Los desafíos del teletrabajo en tiempos de pandemia

Consejos útiles a tener en cuenta para organizar nuestras tareas diarias. La modalidad ha tomado el centro de la escena y su protagonismo marcará el inicio de una nueva era en términos sociales, culturales y productivos.

Foto ilustrativa
Con el teletrabajo se asume una mayor autonomía laboral, pero también una mayor responsabilidad.

Por Dr. Ing. Gabriel Maresca*

Pareciera que el fenómeno del teletrabajo se ha convertido en la modalidad indispensable para trabajar en épocas de pandemia. Aunque, prácticamente, cerca del 70% de las empresas y organizaciones en la Argentina ya implementaban -al menos parcialmente- la modalidad. Hoy, frente al COVID-19 y al cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional, una medida consensuada en todo el mundo para salvar y proteger la vida de las personas, el teletrabajo trasciende a primera plana, y se convierte en la principal solución para varios de los sectores productivos.

Asimismo, la revolución tecnológica, la globalización en su máxima expresión y la necesidad consciente de la sociedad en adquirir una mejor calidad de vida, hacen que el teletrabajo resulte una alternativa sumamente atractiva para implementar. Pero, como toda metodología innovadora, es de vital importancia, capacitarse para ejercerla de manera eficiente. Debemos pensar que lo más importante para el teletrabajo es la persona dispuesta a desarrollar el teletrabajo, al contrario de lo que uno se imagina a priori: es decir, que lo más importante es contar con buenos dispositivos electrónicos, softwares y una buena conexión a Internet.

Las estadísticas indican que en aquellas organizaciones con experiencia en teletrabajo, las habilidades de las personas dispuestas a desarrollar el teletrabajo resulta lo más importante. Tal es así, que en la mayoría de los casos se acostumbra a capacitar al menos por seis meses a las personas que van a teletrabajar.

Por eso, es importante señalar algunas cuestiones que se deben tener en cuenta al momento de implementar la modalidad. En primera medida, se debe ser consciente que la persona que teletrabaja gana autonomía en su ejercicio laboral. El control de su desempeño lo tiene principalmente la persona, y no tanto la organización para la que trabaja. Se asume una mayor autonomía laboral, pero también una mayor responsabilidad. Una de las principales dificultades que la experiencia revela es que prácticamente el 90% de las personas que teletrabajan no son conscientes verdaderamente de esa responsabilidad y administran mal los tiempos de trabajo. Resulta muy habitual escuchar que el teletrabajo insume más tiempo que el trabajo convencional. Por eso, se recomienda diagramar un plan de trabajo con las tareas diarias que debemos desarrollar, teniendo en cuenta, además, los tiempos de descanso, esparcimiento y de otras actividades familiares y cotidianas referidas al hogar. Es indispensable estar organizados para cumplir con las tareas laborales.

Otro aspecto, es pensar el lugar o espacio físico donde se desarrolla la actividad. Lo importante es que sea un espacio cómodo, seguro, sin tanta contaminación de ruidos, y que permita a la persona estar concentrada en lo que está haciendo. Siempre se debe evitar todo dispositivo o evento que pueda distraer nuestra labor. Otro elemento es la calidad de la comunicación que se mantiene con los distintos actores que integran el ámbito laboral. Y tal vez, lo más importante, los aspectos psicológicos, emocionales y motivacionales que la modalidad exige y pone en juego a la hora de implementar el teletrabajo; tales como el aislamiento, cuestiones de riesgo laboral, de contrato de trabajo y de aspectos jurídicos y legales, entre otras consideraciones.

En definitiva, la historia de la humanidad siempre nos ha enseñado que hasta en los momentos más difíciles, lo último que se pierde es la esperanza y la apertura a nuevas oportunidades. Es evidente que el teletrabajo ha tomado el centro de la escena como nueva modalidad de trabajo y que su protagonismo marcará el inicio de una nueva era en términos sociales, culturales y productivos.

* Autor de Teletrabajo Hoy.

Mayo 2020 | Edición #84