Entrevista a Paulo Kablan.

El ejercicio de la profesión periodística

Idóneo en lo que respecta al rubro policial, el reconocido periodista cuenta su experiencia en la pantalla chica, su visión del periodismo y la manera de ejercerlo.

Kablan asegura que lo más difícil de su especialidad son las fuentes.

Por Mariano Daer | Estudiante de la Licenciatura en Periodismo | Materia: Taller de Redacción Periodística - Turno Noche.

Fitz Roy 1940 es el punto de encuentro. En la entrada nos esperaba Paulo Kablan, vistiendo un traje a la moda, tal como es característico de él, y con una sonrisa destellante, listo para comenzar.

“Gran parte de mi día la paso aquí, es como mi segundo hogar”, expresó en referencia a las instalaciones del multimedio C5N, donde se aboca a la radio y la televisión desde hace años. Al ser consultado sobre su incursión en el mundo periodístico, se distendió, aflojó el nudo de su corbata color ámbar, y comenzó a contar sus primeros pasos en su Entre Ríos natal, donde trabajó en la radio y en la grafica de la Universidad de Concepción.

“Ya desde chico sabía que quería ser periodista; no me imaginé que el rubro seria policiales”, comentó y agregó: “estaba trabajando en gráfica y se ausentó quien cubría ese rubro, me llamó el jefe de redacción y me dijo ‘vas a policiales’. Desde ahí nunca más lo dejé”.

Lo más difícil de su especialidad son las fuentes, contó. A lo largo de su camino fue descartando y adquiriendo a quienes colaboran en su labor y dijo que “hay que presentarse, aparecer, figurar; con los años te das cuenta quienes sirven y quienes no”. Haciendo hincapié en que sin fuentes no hay noticia, comentó que “es muy difícil construir fuentes, se ven opacadas por las redes informativas hoy en día”.

Informarse, leer, escuchar y mirar resulta fundamental para ser un buen periodista, según su criterio: “lo demás viene solo y es relativamente fácil”. Para Kablan las redes sociales tienen que estar en la categoría de “chismes” ya que si no pasan por el filtro del periodista “no es información”.

El momento más duro de su carrera fue en el año 2001 cuando tenía que cubrir el Conurbano y la situación del país no era la mejor, pero aclara que la Argentina es un país sumamente libre para expresarse y que en uno de sus viajes al exterior, específicamente a México, comenzó a apreciar la libertad que hay en nuestro país para ejercer la profesión. “En México es difícil ser periodista, no hay garantías, hay que lidiar con el narcotráfico; en nuestro país hay mucha libertad, se trabaja tranquilo indeferentemente del gobierno de turno”.

Polivalente en el medio, se desempeña tanto en radio como en televisión, aclaró que no siente preferencia ni por una ni por otra, pero que la radio es más espontánea y que las temáticas son más diversas -aunque la televisión tiene su magia-, y que no se imagina estar fuera del medio ya que sería un vacio en su vida: “siento que me debo y a la vez que vivo por el periodismo”, destacó.

Pocos eran los minutos que lo separaban del comienzo de su programa. Ya lo tenía preparado, no deja ningún detalle de lado: “empiezo a preparar todo el día anterior, lo chequeo en reiteradas ocasiones; en este rubro no podes dar mal un dato, no es lo mismo uno, que dos disparos”.

Para finalizar la entrevista contó que hasta fin de año estará en la televisión y en la radio, y que luego no sabe qué sucederá, pero disfruta el momento y el presente y, a la vez, dejó un mensaje para los estudiantes de periodismo: “hay que leer y mucho, manejar el léxico, saber de todo, el periodista tiene que informar y para eso tiene que estar informado. La curiosidad no puede faltar en este oficio, por eso hay que investigar constantemente”.