Las Villaflor de Avellaneda y la reconstrucción de la memoria colectiva

En Las Villaflor, identidad fragmentaria y memoria colectiva, Malena Haboba aborda la biografía familiar y militante de dos mujeres desaparecidas de Avellaneda a partir, sobre todo, del testimonio de sus hijas.

1980. Josefina Villaflor con su hija Celeste durante una “visita” a casa de su madre,
en Avellaneda, en presencia del represor Ricardo Cavallo. Poco después habría sido arrojada en los vuelos de la muerte,
según el testimonio de Víctor Basterra.

Por Carolina Muzi

Visita. Tejes. Asamblea. Tupamara. Caleidoscopio. Cañera. Gráficas. Abuela. Árbol.

Nueve palabras privadas de oración condensan en trazo grueso la vida de cinco mujeres. A modo de título, estos vocablos sueltos funcionan como llaves que abren puertas a la reconstrucción biográfica de Elsa Martínez Garreiro, de Josefina Villaflor y de sus hijas: Laura, Elsa y Celeste.

Para la estructura narrativa de Las Villaflor, identidad fragmentaria y memoria colectiva, un texto desarrollado en 35 páginas como primer capítulo de una producción que prevé seguir por entregas, Malena Haboba identificó nueve núcleos temáticos en la vida de estas dos mujeres de Avellaneda -uruguaya una, argentina la otra- amigas, cuñadas, militantes sindicales, madres de dos y de una hija respectivamente, desaparecidas de la última dictadura cívico militar.

Parte de una familia tan emblemática del sindicalismo y los derechos humanos argentinos como del peronismo avellanedense, Elsa Martínez Garreiro y Josefina Villaflor -sobrinas de la también desaparecida Azucena Villaflor, fundadora de Madres de Plaza de Mayo-, eran pareja de Raimundo Villaflor y de José Luis Hazán, quienes en la megacausa ESMA III conforman el Grupo Villaflor.

La Negrita Josefina Villaflor en 1972, en la Colonia de la Federación Gráfica.

En esta tesina de producción que dirigí junto con Larisa Kejval, Malena Haboba desplegó estrategias de búsqueda, articulación y análisis que cruzan dos de las formaciones con las que se comprometió a la par en los años de carrera: la académica periodística y la militancia de género.

El corpus teórico que sostiene a su trabajo narrativo plantea la necesidad de encarar esta reconstrucción multibiográfica en una producción mayor que -al modo en que el antecedente ineludible Las Villaflor de Avellaneda, de Enrique Arrosagaray, hizo con el clan-, enfoque exclusivamente la rama femenina Villaflor. Así, la búsqueda de Haboba suma a la lucha de Memoria, Verdad y Justicia un andarivel de época del que ella y las hijas de Elsa y Josefina son parte generacional.

Porque en la inmensa tarea que es la reconstrucción de la memoria colectiva diezmada, el corte por género todavía es nuevo y pleno de invisibilización. Hubo momentos en los que Malena dudó: por lo macro del caso, por el espesor de la representatividad histórica y los datos sin explorar que se abrían en torno a las dos mujeres, sea como obreras, sindicalistas de la Federación Gráfica Bonaerense, guerrilleras, amigas cómplices, tías, nueras o mamás. Y todo eso… conjugado. Pero, fiel a una necesidad que le planteó Laura en la primera entrevista: “Quiero hablar de las Villaflor anónimas”, cuando dudó, aquel compromiso la volvió al proyecto.

Haboba abordó el tema en 2012 como parte de su Trabajo Integrador Final para la materia que inicié en 2011 como titular: Teoría y Práctica Narrativa II. El TIF plantea una producción periodística de no-ficción que, desde los géneros crónica o entrevista, identifique y profundice cuestiones, en lo posible, del territorio. Así, la cosecha de los estudiantes crece en una compilación de gran diversidad temática que, en su ya casi primera década, dimensiona el trayecto de la materia, de las carreras de Periodismo y de la propia UNDAV en su inserción y transferencia. Avellaneda y el conurbano sur narrados por estudiantes de Avellaneda y del conurbano sur.

Desde este posicionamiento (la crónica es un género bien político ya que disputa las agendas mediáticas hegemónicas para amplificar la voz y los temas de lxs comunes), Malena Haboba encaró su tesina en 2016 como elaboración inicial de una producción en ciernes. Es de celebrar la primera muestra de un proceso colectivo que, esperamos, siga creciendo en el camino de la justicia narrativa.

Árbol genealógico
… “Fue en la calle Mansilla, lo supimos por los testimonios y porque una vez, haciendo una reconstrucción, hicimos el recorrido con mi hermana Laura Villaflor. Fuimos donde habíamos vivido de pequeñas, pasamos por la casa Dante Alighieri, por la de Manuel Estrada, para ver si seguían igual. Después pasamos por la casa de mis abuelos paternos en calle Pasteur y cuando salimos, íbamos caminando, y yo empecé a sentirme mal, justo estábamos llegando a una esquina y cuando llegamos, Laura me dijo ésta es la calle Mansilla: vi el árbol donde estuvimos sentadas con mi hermana y lo reconocí, ahí nos dejó mi mamá, fue ése el lugar donde los secuestraron, lo supo mi cuerpo que guarda memoria”… Testimonio de Elsa Eva Villaflor Garreiro en la Causa ESMA.

Diciembre 2018 | Edición #71