Editorial
Nuestros graduados y graduadas

Por Ing. Jorge Calzoni | Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda

Este año se elegirá por primera vez en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) a los/as representantes graduados/as para los consejos Departamentales y Superior. Según nuestro estatuto, en el año 2018 se incorporan al cogobierno universitario; una decisión tomada por nuestra comunidad universitaria en 2015 a efectos de complementar las distintas representaciones, tales como la de los docentes, no docentes, estudiantes y la comunidad a través del Consejo Social.

La mirada del/la graduado/a es importante dado que aporta desde el punto de vista disciplinar la vinculación con el mundo del trabajo, la experiencia profesional, y, a la vez, un recorrido académico que le permite reconocer si fue formado de acuerdo a los requerimientos laborales reales, si cuenta con bases sólidas para enfrentarse a dinámicas heterogéneas de un mundo cambiante e incierto, con direcciones políticas y económicas pendulares y con consecuencias sociales ante tales decisiones.

En este sentido, la UNDAV cuenta con un laboratorio de monitoreo de inserción de graduados que nos permite medir los trayectos académicos durante la etapa estudiantil y, luego, la inserción laboral, con entrevistas a los propios graduados y a los empleadores. Dicha información impacta enormemente en las decisiones académicas al proponer a las Comisiones de Seguimiento Curricular que permiten corregir, mejorar y actualizar los diseños curriculares vigentes.

Un viejo debate -creo que ya saldado, por lo menos en la UNDAV- acerca de la influencia del mercado laboral en los planes de estudio, implica la imposibilidad de acercar posiciones entre requerimientos formativos coyunturales, conocimientos variables y necesidades inmediatas, con planes rígidos y formación demasiado estructurada.

Nosotros lo resolvimos con diseños curriculares flexibles, donde la demanda laboral es sólo una de otras tantas variables. La participación de docentes y estudiantes en las Comisiones de Seguimiento Curricular garantizan que se actualicen democráticamente dichos planes y, seguramente, el aporte futuro de nuestros graduados y graduadas impactará positivamente.

Por otra parte, creo que la universidad pública debe formar no sólo técnicos y profesionales idóneos en una disciplina, sino ciudadanos y ciudadanas plenos, capaces de proyectar, diseñar, construir y ejecutar políticas públicas sostenibles; imbuidos de un espíritu solidario y de respeto democrático. Ya sea en la esfera pública o privada (no debe haber diferencia en cuánto a valores), nuestros graduados deben sostener el juramento que hicieron al recibir sus diplomas y ser conscientes que no se trata de hechos individuales sino de una representación social que involucra a sus pares, a quienes los formaron y a quienes se graduarán en el futuro.

Tenemos muchos ejemplos que nos llenan de orgullo de graduados y graduadas que se destacan por su trabajo, su compromiso y solidaridad. Seguramente, podrán cambiar muchas cosas en sus vidas, pero lo que ya nunca podrán cambiar es el hecho de ser graduados y graduadas de la Universidad Nacional de Avellaneda.

Septiembre 2018 | Edición #68