Formar en valores

La universidad en diálogo con la comunidad

La curricularización de la extensión universitaria a través del Trabajo Social Comunitario es un sello distintivo de la Universidad Nacional de Avellaneda desde sus inicios. ¿Cómo enriquece dicha experiencia la formación de los estudiantes?

Fotos: Secretaría de Extensión Universitaria.
Visita a pequeños productores de la Unión de Trabajadores de la Tierra.

“¿Trabajo Social Comunitario (TSC)?”, se preguntan unos. “¿Qué es? ¿Qué aporta a nuestra formación?”, interrogan otros. “Si yo quiero ser abogada”, reclama ella. “Y yo arquitecto, periodista, ingeniero”, dicen más allá. La respuesta llega en forma rápida y contundente con la concurrencia al primer encuentro de TSC y los estudiantes comprenden entonces con toda claridad cuál es su esencia, propósito y valor.

¿Qué es el TSC?

La necesidad de un compromiso urgente con los problemas concretos que hoy tiene la sociedad debe llevar a la universidad a interactuar con los diferentes sectores desde una profunda actitud ética, reformulando las modalidades de acción comunitaria de cara a la formación de profesionales con un claro compromiso social.

En la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) esta vinculación tiene una de sus expresiones en TSC, un trayecto curricular integrador que forma parte de la estructura académica de todas sus carreras. Éste busca formar en valores éticos (compromiso social, responsabilidad ciudadana, respeto entre pares, respeto a las formas organizativas de los diversos sectores sociales, a las definiciones de necesidades y prioridades, etc.) montado sobre el aprendizaje - acción (aprender haciendo, aprender del otro y con el otro); como así también construir conocimiento realizando -al mismo tiempo- intercambios con la comunidad a través de sus organizaciones e instituciones.

Abordajes audiovisuales en torno a la participación y la organización comunitaria en el barrio Martín García.

Una cuestión de diálogo

“Es hora de ponernos a ‘dialogar’ con el heterogéneo universo popular”, dice la secretaria de Extensión Universitaria de la UNDAV, Lic. Liliana Elsegood. “Pensarnos desde nuestro rol de universitarios como una parte de ese diálogo que complete, formalice y que en consecuencia genere un nuevo conocimiento enriquecido por el encuentro de las teorías y las prácticas emancipadoras. Para ello, es también necesario formar a nuestros universitarios en relación a las prácticas sociales en función de que verdaderamente encuentren en su formación lo necesario para ser parte de las transformaciones sociales en un camino de mayor inclusión e igualdad de oportunidades”, asegura.

En este sentido, para el coordinador del Programa de Organización Popular, Memoria Colectiva y DDHH, Prof. Facundo Harguinteguy, “la extensión universitaria resulta de suma relevancia para cualquier modelo universitario que se entienda fuertemente vinculado con la trama social en la que se inserta, que sea permeable a recibir aportes que enriquezcan los procesos de enseñanza e investigación y que se estructure a partir de las problemáticas sociales”.

La experiencia de los estudiantes

“Lo que TSC le aportó a mi formación es la posibilidad de trabajar en el territorio y así poder ver las problemáticas que existen. No solamente nosotros que tuvimos el privilegio de pasar por una universidad somos los que construimos conocimiento. Esa construcción también tiene que ver con los ciudadanos y los vecinos que componen la comunidad y brindan sus saberes”, afirma la estudiante de Gestión Cultural Elsa Martínez Quintana.

Jornada de trabajo en Dock Sud, junto a la institución Acción Comunitaria 13 de Julio.

El Trabajo Social Comunitario se desarrolla a lo largo de cuatro niveles en los cuales los estudiantes van adquiriendo diferentes saberes y prácticas y, a su vez, ponen su conocimiento al servicio de la sociedad. Así, luego de obtener los contenidos teóricos metodológicos mínimos que buscan activar el pensamiento crítico, realizan una primera inserción territorial en el marco de los proyectos de extensión presentados por docentes y concretados mediante convenios institucionales y acuerdos con organizaciones sociales. Más tarde, se establece una vinculación con una organización popular y se lleva a cabo una investigación utilizando el método de Investigación Acción Participativa. Finalmente, se apunta a que los estudiantes lleven a cabo el diseño de proyectos sociocomunitarios a partir de la experiencia concreta elegida.

Entre estos pueden mencionarse iniciativas relacionadas a la alfabetización, la salud mental y la comunicación, los riesgos sanitarios, la inclusión educativa, el deporte sostenible, la memoria histórica, el arte y la cultura.

Agosto 2018 | Edición #67