“Sin una idea de justicia es imposible ser periodista”

En el mes del Día del Periodista, Roberto Caballero, un referente de la profesión que actualmente se desempeña en Radio Del Plata asegura que hoy “el periodismo es más necesario que nunca” y aconseja tener siempre “un oído en la gente”.

De amplia experiencia en los medios, Caballero fue director de la revista Veintitrés y del diario Tiempo Argentino.
Fotos: Radio Del Plata.

“El valor de la primicia está sobredimensionado”, afirma, convencido, el periodista Roberto Caballero. En tiempos de inmediatez y voracidad informativa todo pareciera confundirse en pantallas de múltiples dimensiones, horas de radio y TV y regueros de tinta. “Lo que sigue teniendo un mérito mayor es la profundidad y esto implica desarrollar, profundizar, enmarcar y contextualizar esa noticia”, opina.

Caballero, exdirector de la revista Veintitrés y del diario Tiempo Argentino, y actual conductor del programa Caballero de Día, por Radio Del Plata, invita a hacer una pausa dentro de la vorágine multimedial y a reflexionar sobre el rol del periodista.

con información- ¿Cómo evaluás el papel del periodismo de hoy, en tiempos de redes sociales, del llamado “periodismo ciudadano” y el exceso de información?

Roberto Caballero- Me parece que hoy el periodismo es más necesario que nunca. Tiene que ver con una jerarquización, con la comprensión de un tiempo histórico, de una visión de sociedad, de cierto continente relacionado con valores profesionales que hacen la diferencia en relación al otro gran universo de la comunicación. Hoy, sobre todo a través de redes y plataformas digitales, hay muchísima profusión de información, pero no necesariamente todo lo que aparece allí es periodismo. Entonces, estamos en una etapa de revalorización del periodismo clásico -por decirlo de alguna manera- frente a las nuevas formas de la comunicación.

ci- Hay diferentes decálogos del periodista que circulan comúnmente en las facultades de periodismo. ¿Qué principios colocarías en esa lista?

RC- Hay uno que es innegociable: la publicación de la verdad. Hoy, en tiempos de relativismo y posverdad, creo que el periodismo tiene que rehabilitar para sí la construcción de la mayor verdad posible frente a un acontecimiento.

Luego, por supuesto, existen matices porque hay muchas formas de ser periodista. A mí me gusta la forma comprometida. En ese sentido, me parece que el periodista que no comprenda cuál es el tiempo histórico que le toca vivir y cuáles son las conflictividades políticas de su tiempo, subordina algunas cuestiones vinculadas al ejercicio de la profesión a una técnica; y con la técnica sola no alcanza.

Y, por último, el periodista debe estar atento a que no se produzcan en una sociedad retrocesos a tiempos predemocráticos. Haría especial hincapié en que el periodismo que no alerte sobre regresiones en materia de derechos que van vaciando el contenido de la democracia está fallando a la profesión.

ci- ¿Pensás que en la Argentina de hoy la profesión del periodista puede ejercerse sin condicionamientos?

RC- Siempre están los condicionamientos. Están los ajenos y los propios. Están los factores de poder real a los que la circulación de la verdad incomoda y también aquellos condicionamientos propios que tienen que ver con la propia mirada del mundo que uno tiene. No existe el periodista independiente, aséptico, adentro de un frasco.

La batalla individual del periodista es que sus condicionamientos no sean los que vengan a vulnerar los derechos de las mayorías. Hay que tener un oído en la gente y otro oído en la palabra de nuestros mayores que ejercieron la profesión antes que nosotros.

ci- Una frase, una reflexión: “La mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor”, decía Gabriel García Márquez.

RC- El valor de la primicia está sobredimensionado. En realidad, lo que sigue teniendo un mérito mayor es la profundidad y esto implica desarrollar, profundizar, enmarcar y contextualizar esa noticia. Con excepción que esa primicia implique algún cambio rotundo en una correlación de fuerzas donde los sectores populares se empoderen frente a las oligarquías de todos los tiempos. En ese caso yo quisiera ser el dueño de esa primicia. Mientras tanto, sigo considerando que las investigaciones de largo aliento son las más necesarias y las que mayor desafío nos imponen.

Grandes referentes

“Uno se va poniendo grande y va cambiando sus referencias. Hay una que se mantiene inmodificable: Rodolfo Walsh. Quizá otra que también se mantiene inalterable en el tiempo es la figura del gran Osvaldo Bayer. De los más contemporáneos, por decir de algún modo, me sigue fascinando la prosa de cirujano que tiene Horacio Verbitsky y la capacidad de sinapsis de sus notas. En la radio, Victor Hugo Morales es claramente una referencia y Eduardo Aliverti es otra grata presencia. También incorporaría a María Seoane como una de las mujeres periodistas contemporáneas no suficientemente reconocidas en su valor”.

Junio 2018 | Edición #65