Larisa Kejval, autora del libro Libertad de antena, de UNDAV Ediciones y Punto de Encuentro, realiza un recorrido histórico de las radios comunitarias, analiza su situación actual y asegura que “hoy, más que nunca”, sin este tipo de medios “no hay democracia”.
Por Larisa Kejval
En la Argentina las radios comunitarias empezaron a fundarse en el contexto de recuperación democrática luego de la más cruenta dictadura cívico militar de la historia. Muchos las llamaron piratas o truchas por nacer al margen de un marco legal que prohibía su existencia. En realidad, comunitarias, populares y alternativas son los tres calificativos con los que las mismas radios, sus redes nacionales e internacionales y el ámbito académico identificaron a este conjunto de medios.
¿Qué son los medios comunitarios, populares y alternativos? Desde su surgimiento ha sido difícil lograr consensos estables sobre los modos de definir y delimitar a estos medios. En principio, todas estas radios son gestionadas por organizaciones que no persiguen el fin de lucro. Asimismo, si bien realizan sus acciones desde distintas orientaciones políticas o priorizan problemas diferentes, comparten el horizonte de contribuir a la construcción de una comunicación más democrática, de una sociedad más justa.
No obstante, las nociones de radio comunitaria, de radio popular y de radio alternativa también están atravesadas por debates y diferencias. A partir de aquí, Libertad de antena aborda la pregunta acerca de las significaciones ligadas a estas nociones. O, lo que es lo mismo, la pregunta sobre la identidad política colectiva de este tipo de emisoras entre su surgimiento a mediados de los años 80 hasta diciembre de 2015. Para responder este interrogante, el libro recorre cuatro etapas históricas, signadas por diferentes contextos políticos sociales: los años que siguieron a la recuperación de la democracia, la extensa década neoliberal, el período abierto con la crisis de diciembre de 2001 hasta 2008 y, por último, la etapa que comprende los debates públicos por una nueva ley de radiodifusión, la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y su paulatina aplicación.
Basada en la investigación desarrollada en el marco de la propia tesis doctoral, Libertad de antena parte de la siguiente hipótesis: la LSCA sancionada en 2009 no sólo enfrentó a las radios a un nuevo estatuto legal, sino también a la reconfiguración de las significaciones que las dotaron de identidad. La nueva norma se propuso regular los servicios de comunicación audiovisual de modo de garantizar el derecho a la información y a la libertad de expresión, un mapa mediático caracterizado por la diversidad y el pluralismo y la desconcentración de la propiedad de los medios. Muchas radios comunitarias coprotagonizaron el proceso de sanción de la ley a través de su participación en la Coalición por una Radiodifusión Democrática, en los foros organizados por el Poder Ejecutivo para que la ciudadanía participara en la elaboración de la norma, en las audiencias organizadas por el Congreso de la Nación y en decenas de movilizaciones y debates públicos.
¿En qué consistió la reconfiguración de la identidad política colectiva de las emisoras luego de la LSCA? Durante más de 25 años la sanción de una ley que las incluyera como actores con plenos derechos había sido la principal demanda articuladora de las radios comunitarias, populares y alternativas. La institucionalización de esta demanda en el marco jurídico tuvo como correlato un proceso de diferenciación de la identidad política de las emisoras. Esto se expresó en seis procesos: las distintas valoraciones que merecieron los gobiernos kirchneristas; las diferentes concepciones acerca del Estado; las distintas posiciones que las redes asumieron frente a la elaboración y aplicación de la nueva norma; la diferenciación de lo comunitario, lo popular y lo alternativo; la emergencia de nuevos significantes dadores de identidad, como cooperativas e indígenas-; y el surgimiento de nuevas redes de medios.
El cierre de la investigación desplegada en el libro, en diciembre de 2015, coincide con el desmantelamiento por decreto de la LSCA por parte del actual gobierno nacional y con la implementación de un conjunto de políticas regresivas en materia de derecho a la comunicación, como de otros derechos humanos. De ahí que el rol de las radios cobre nuevo vigor en el actual contexto, en tanto espacio de expresión de las conflictividades sociales, que pocas veces logran hacerse visibles en sistemas mediáticos altamente concentrados. De ahí, también, que las historias vividas por este movimiento se conviertan en fuente de aprendizaje para nutrir los nuevos desafíos. Hoy, más que nunca, sin medios comunitarios, no hay democracia.
PARA AGENDAR
Libertad de antena se presentará en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el viernes 4 de mayo, a las 18 horas. Panelistas: Jorge Calzoni y Washington Uranga.
También será presentado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires el viernes 11 de mayo, a las 19 horas. Panelistas: Damián Loreti, Natalia Vinelli, Claudia Villamayor y Pablo Antonini.
La investigación presentada en “Libertad de antena” recibió, en octubre de 2017, el primer premio del Concurso de Tesis Doctorales de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social (FELAFACS).
Mayo 2018 | Edición #64