En un contexto global crítico respecto a los riesgos ambientales que atraviesa la humanidad, es necesario restablecer urgentemente un nuevo estado de equilibrio con el resto de la naturaleza.

Por Dr. Javier Muzón | Docente, Investigador Independiente (CONICET). Laboratorio de Biodiversidad y Genética Ambiental UNDAV

El aumento de la población humana se correlaciona fuertemente con la destrucción de áreas verdes y la disminución de la biodiversidad. Al eliminar, reducir u homogenizar drásticamente los ecosistemas locales, el desarrollo urbano produce severos impactos en el medio ambiente. Debido a esta pérdida de calidad ambiental, el hombre necesita restablecer urgentemente un nuevo estado de equilibrio con el resto de la naturaleza. El reconocimiento (relativamente reciente) de esta necesidad ha posibilitado el desarrollo de prácticas ambientales orientadas al uso sustentable de los recursos y al mantenimiento de los servicios ecológicos que la naturaleza nos brinda. Este nuevo equilibrio nos permitirá alcanzar un mayor estado de bienestar social, económico y psicológico.

Es bien sabido que el desarrollo urbano ha provocado el mayor grado de homogenización ambiental. Sin embargo, aún en las grandes ciudades pueden persistir áreas naturales, que con mayor o menor grado de alteración o aislamiento, a modo de parches, son exponentes de lo que en el pasado formó parte de una gran región natural. Estos parches naturales nos ofrecen la oportunidad de preservar una parte de la vida salvaje propia de cada región.

Hoy en día, las áreas naturales urbanas se consideran un bien que se encuentra limitado a nivel mundial. Su escasez les brinda un enorme valor agregado que las convierte en áreas claves para el mantenimiento y mejora de la calidad de vida de la población. Su conservación y protección es una tarea de enorme importancia que debe formar parte de los objetivos de todos los niveles de gobierno. En un contexto global crítico, respecto a los riesgos ambientales que atraviesa la humanidad, los esfuerzos gubernamentales para designar como reservas aquellas áreas de mayor valor ambiental, generarán importantes mejoras en la calidad de vida de la población. La Tecnicatura en Conservación de la Naturaleza y Áreas Naturales Protegidas de la Universidad Nacional de Avellaneda está orientada a contribuir en el logro de estos objetivos.