En tiempos de altas temperaturas, la prevención juega un papel fundamental. Recomendaciones útiles para tener siempre presente.
Dr. Oscar Fariña | Decano del Departamento de Salud y Actividad Física
El cambio climático modifica la temperatura del planeta, y en nuestro país suaviza el invierno y profundiza el aumento de las temperaturas de un verano cada vez más extendido. Esta tendencia que suponemos va a acentuarse, de acuerdo con los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y de la Convención de Lucha contra el Cambio Climático de la ONU, entre otros tantos reportes, nos pone en alerta sobre un problema de salud frecuente durante el verano: el llamado golpe de calor.
“Es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento”, explican desde el Ministerio de Salud de la Nación.
Presenta tres síntomas principales: fiebre alta, alteración de la conciencia y anhidrosis (ausencia de transpiración). Además de: sed intensa y sequedad en la boca; temperatura mayor a 39º C (medida en la axila); sensación de calor sofocante; piel seca; agotamiento, cansancio o debilidad; mareos o desmayo; calambres musculares; agitación; dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos; dolores de cabeza (sensación de latido u opresión); estado de confusión, desorientación, delirio o, incluso, coma o convulsiones.
¿A quiénes afecta?
1. Grupo Activo o de Ejercicio: por ejecución de ejercicio, en ambiente caluroso y húmedo; con escasa hidratación y ropa excesiva.
2. Grupo Pasivo o Clásico: más común en pacientes ancianos, en reposo prolongado, alcohólicos (9%), enfermos psiquiátricos y niños pequeños.
¿Cómo lo prevenimos?
- Evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso.
- Evitar bebidas muy frías o muy calientes.
- Evitar comidas pesadas.
- Evitar exposiciones prolongadas al sol en horas pico.
- Evitar la ropa excesiva.
¿Qué podemos hacer?
- Ofrecer agua fresca (o incluso agua con una cucharadita de sal).
- No administrar medicamentos antifebriles.
- No friccionar la piel con alcohol.
- Consultar en el centro de salud más cercano.
+ info: salud@undav.edu.ar
Fotografía: Télam