UNDAV Accesible

“Salir del closet” nunca fue sencillo, menos para las personas con discapacidad, donde convergen orgullo, discapacidad y discriminación múltiple.

Por Natalia Rodríguez*

En junio de 1969, en un bar gay -considerado así en aquel entonces-, la policía irrumpió de madrugada de manera abrupta, reprimiendo a las personas que allí se encontraban. Cansadas de la persecusión y el hostigamiento permanente, se resistieron a lo que estaba naturalizado, dando inicio a lo que más adelante se conocería como la Revuelta de Stonewall. Desde aquel entonces, junio se convirtió a nivel mundial en el mes que conmemora la lucha por el reconocimiento de los derechos del colectivo de personas LGTB+.

En 1970, al año siguiente de tal acto de resistencia hacia la autoridad policial, tuvieron lugar las primeras “marchas de orgullo gay” en Nueva York. En Argentina, sin embargo, la celebración se dilató hasta el retorno de la democracia, realizándose recién en 1985 en el Parque Lezama de la Ciudad de Buenos Aires. El 3 de julio de 1992, bajo el lema “Orgullo, Igualdad y Libertad”, se llevó adelante la Primera Marcha del Orgullo en Buenos Aires, que hasta 1996 se realizó en junio, pero a partir de 1997 hasta la actualidad, se ha venido llevando a cabo en el mes de noviembre.

Cada año el lema se modifica, las siglas utilizadas para nombrar al colectivo varían -y lo seguirán haciendo-, las marchas son más multitudinarias y la discapacidad sigue siendo invisibilizada. ¿Será por la histórica infantilización hacia las personas con discapacidad que también se encarnó al interior del colectivo arcoiris de la diversidad?

Los armarios de la discapacidad enfrentan a las personas a mayor discriminación. No es lo mismo ser gay, gay con discapacidad y mucho menos mujer, lesbiana, con discapacidad, y podríamos seguir sumando pertenencias identitarias múltiples a distintos colectivos oprimidos históricamente, lo que nos lleva a tener en cuenta la interseccionalidad como categoría de reflexión. Salir del closet nunca fue sencillo, menos para las personas con discapacidad, donde convergen orgullo, discapacidad y discriminación múltiple.

En esta oportunidad, desde el Programa de Accesibilidad y Discapacidad, perteneciente a la Secretaría de Bienestar Universitario, queremos aprovechar para brindar nuestro apoyo al colectivo de personas con discapacidad y de la Comunidad Sorda de UNDAV integrantes además del colectivo LGTB+ en el reclamo de visibilización y participación plena en todos los ámbitos en los que también se disputan sus derechos y cobran sentido conceptos como los de diversidad.

Con la convicción de que es posible ser parte de los espacios en los que el eje central es la lucha por el reconocimiento de derechos y convencidos/as de que las barreras también deben ser eliminadas al interior de los colectivos minoritarios, saludamos a toda nuestra comunidad educativa en este mes del Orgullo.

* Coordinadora del Programa de Accesibilidad y Discapacidad - Secretaría de Bienestar Universitario.

Noviembre 2022 | Edición #109