Editorial
Ingreso 2017: crecer con hechos

Por Ing. Jorge Calzoni | Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda

Desde el lunes 30 de enero hemos recibido a una nueva camada de ingresantes. Y no deja de sorprender que, en este mundo cambiante e imprevisible, más de 3400 nuevos estudiantes apuesten a construir un futuro mejor a partir de la educación. Ni es un dato menor que hayan elegido depositar sus sueños y esperanzas en la UNDAV, una de las universidades del Conurbano que han sido tan estigmatizadas en estos últimos tiempos.

Sabido es que dolorosamente asistimos a sistemáticas campañas mediáticas orquestadas contra nuestras casas de altos estudios. Sin importar cuántas veces se desmientan datos falsos o tergiversados, una y otra vez por oleadas, vuelven a insistir sobre los mismos como si fueran ciertos, sin tener en cuenta el mínimo rigor científico ni periodístico.

Nuestras sociedades viven un constante bombardeo de información, que en muchos casos ni siquiera es contrastada y mucho menos fidedigna. En los medios de comunicación, prima la opinión por sobre los hechos reales, y resulta muy difícil discernir cuánto de lo que nos llega es verdadero ni si se esconde una intencionalidad manifiesta para inclinar el peso de la opinión pública a favor o en contra de algo o alguien.

Vivimos bajo el imperio de la “posverdad”, la nueva cultura en auge del mundo globalizado. Según la definición que brinda el Diccionario Oxford, este fenómeno, surgido en las grandes capitales occidentales, sostiene que “los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales”.

Estamos a merced de esta gran maquinaria mediática que domina al mundo, y donde lo que importa es la viralización de determinados slogans que pueden ser fácilmente aprehendidos. Desde esta óptica, pareciera que la verdad que se apoya en datos de la realidad dejó de tener valor; sólo basta “sentir” una afirmación como verdadera para que lo sea.

Pero, cada vez son más los cuestionamientos teóricos que desde distintas vertientes se producen a estos discursos fáciles e impuestos. No existe una verdad única, ni tampoco un sentido único de interpretación, pero, sin dudas cualquier análisis de la realidad debe sostenerse en datos objetivos y variables contrastables. Como lo son, en el caso de la UNDAV, la cantidad de estudiantes que año a año se inscriben a las carreras y que ha permitido un crecimiento exponencial notable de nuestra matrícula de ingreso y nos ha colocado frente a la necesidad de construir nuevas aulas y espacios académicos que brinden mayor comodidad a la Comunidad Universitaria en su conjunto.

Para quienes formamos parte de la creación y desarrollo de nuestra Universidad en estos más de seis años, los estudiantes nunca han sido un número más, sino seres singulares, con sus historias y vicisitudes, a quienes acompañamos desde su ingreso en todo su trayecto académico para que logren con éxito cumplir su objetivo. No sin esfuerzo y dedicación, pero brindándoles las herramientas necesarias para que puedan completar este camino de la mejor manera posible.

Mientras asistimos al resurgimiento brutal en el mundo de ideologías que cierran caminos a las mayorías en beneficio de minorías privilegiadas, desde nuestra concepción solidaria y humanista, día a día trabajamos sin descanso para construir un espacio cada vez más amplio y plural donde todos y todas, sin distinciones de ningún tipo, tengan las mismas oportunidades de alcanzar sus metas.

No creemos que la excelencia solo se logre cuando el conocimiento se brinda únicamente a una minoría selecta y privilegiada, sino que sin resignar calidad educativa, ambicionamos poder sumar a la vida académica cada vez a mas jóvenes que sean primera generación de estudiantes en su familia, porque estamos convencidos que este es nuestro mejor aporte para la transformación de la sociedad en una más libre, mas democrática e inclusiva y, en definitiva, más justa.