Editorial
Ciencia de impacto internacional en nuestra lengua

Por Ing. Jorge Calzoni | Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda

Siempre es grato este momento compartido. Esta vez, lo es particularmente, puesto que me propongo transmitirles una experiencia que me llena de orgullo y que, espero —aun en la apretada síntesis que solicita este espacio— restituírselas en su importancia y significado, para que comprendan y acompañen esta sensación.

Entre fines de marzo y principios de abril, realizamos una misión a Madrid (España). Junto con Oscar Fariña y Patricia Domench, acompañamos a Jorge Trainini y su equipo, integrado por Jorge y Diego Lowenstein, María Elena Bastarrica y Alejandro Trainini. En Madrid nos recibieron Vicente Mora Llabata, Francesc Carreras-Costa y Jesús Valle Cabezas. Jorge Trainini es profesor honorario de nuestra Casa, con una amplia trayectoria como cardiocirujano e investigador independiente. Su aporte profesional y su trabajo incansable, estuvo siempre vinculado con el sistema público de salud: un verdadero ejemplo de coherencia y trayectoria, con infinidad de publicaciones y el respeto de pares y de toda la comunidad.

La invitación que nos llevó al sur de Europa Occidental tenía que ver con la presentación del libro Fulcro y torsión del miocardio helicoidal, fruto de la investigación realizada por Trainini y su equipo, luego de publicar más de 32 artículos en revistas científicas, una auténtica validación de los avances alcanzados.

Ahora bien, hagamos un poco de historia. Francisco Torrent-Guasp fue un cardiólogo español que centró su tarea de investigación en la anatomía y función del corazón en humanos. Sus búsquedas condujeron al descubrimiento y descripción de la banda miocárdica ventricular. Sus hallazgos fueron incluidos en libros de referencia de anatomía y cirugía en 1953, al descubrir que el corazón se comportaba como una banda y no como una anatomía compacta, tal como se creía hasta entonces. Trainini y el equipo, entre ellos Jesús Herreros —con quien escribieron una hermosa biografía de Torrent-Guasp (El explorador del corazón, 2019)—, retomaron esos estudios y aproximaciones, efectuados en una época sin la tecnología actual y se realizaron nuevas preguntas. Lo más trascendente: si el corazón se comportaba como una banda, debía existir un punto de apoyo: lo descubrieron y lo denominaron fulcro. Sus avances y descubrimientos vinculados con la composición, la energía y la termodinámica del corazón exceden las posibilidades que tenemos en este espacio. Señalemos, sin embargo, algo de notable importancia: comprendieron que su investigación los llevaba a la necesidad de superar el ámbito de la medicina. Fue así que incorporaron a la ingeniería, con lo que la indagación se convirtió en interdisciplinaria; ya no era solo cosa de médicos, sino también de ingenieros. El equipo se amplió incorporando especialistas en imágenes y la tecnología inexistente en el siglo precedente.

Por ello, la primera presentación se hizo ante la Real Academia de Ingeniería de España, y el tema principal fue, precisamente, la interdisciplinareidad y el aporte ingenieril a la investigación. Mantuvimos una fructífera reunión en la Escuela de Ingeniería Naval del Politécnico de Madrid, visitamos sus laboratorios y firmamos una carta de intención con la Real Academia de Ingeniería para continuar la línea de trabajo trazada por la propia investigación.

Presentamos el libro en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, ante su cuerpo médico, con un corazón disecado en el que se podía observar y tocar el fulcro y el avance logrado en estos años. Me permito subrayarlo: es un avance en el contexto de la historia del estudio cardíaco a través de los siglos.

Tanto en estas instancias como en las reuniones de camaradería, sentimos el inmenso orgullo del respeto ganado por Trainini en España, y la satisfacción de una investigación hispanoamericana en nuestra lengua. Quiero agradecer muy especialmente al Embajador argentino, Ricardo Alfonsín y a Natalia Parrilli, quienes nos recibieron y ayudaron con gran calidez; es muy grato contar con el apoyo institucional, sobre todo en tierras lejanas.

Visitamos, además, la Universidad de Alcalá de Henares, con quienes establecimos contactos para futuras acciones en común.

Continuaremos en nuestra tierra con actividades vinculadas a la investigación y su difusión. Ahora, quiero agradecer a los diversos medios de comunicación que tomaron nota de la importancia de los hallazgos del Dr. Trainini y su equipo para que la sociedad argentina se informe y comprenda el notable aporte que nuestros científicos hacen cada día desde este rincón del planeta.



Mayo 2022 | Edición #103