Por Ing. Jorge Calzoni | Rector de la Universidad Nacional de Avellaneda

En primer lugar, quiero felicitar a quienes hacen posible el periódico con información, a la Dirección de Prensa y Comunicación Institucional y a todos/as quienes la componen, por sostener un medio de comunicación que entrega su número cien. Es indudable que se trata de un dato no menor, y eso no solo por la inevitable inclinación que solemos tener por los números redondos, sino, sobre todo, porque hablamos del trabajo de muchas personas, de nuestra comunidad universitaria y de la comunidad territorial de nuestra región.

Un órgano de difusión de nuestras actividades de gestión, de la vida de nuestros claustros (docente, no docente, investigadores/as, graduados/as y estudiantes) que honra el conocido adagio que dice que el periodismo es el primer borrador de la historia. O tal vez nos gusta más la brillante denominación de un apasionado del periodismo (y un escritor inmenso) que prefería definirlo como el ejercicio de los/as “historiadores/as del instante” (Albert Camus).

Hemos atravesado un tiempo muy particular. La Universidad, por supuesto, no estuvo exenta de la incertidumbre que generó, ni del dolor, ni de sus dramáticas consecuencias. A pesar de ello, continuamos con nuestras actividades, regresamos a una presencialidad cuidada que nos permitió —entre otras cosas— desarrollar las elecciones de claustros en las que se eligieron representantes ante los Consejos Departamentales y Superior, la elección de decanos/as que asumirán el próximo año en los nuevos departamentos aprobados en la última modificación de nuestro Estatuto Universitario.

Quiero agradecer, muy especialmente, el alto grado de participación en las elecciones que nos permitió legitimar, una vez más, la gestión de nuestra querida UNDAV.

Nos queda un horizonte con muchos y variados desafíos. En ello venimos trabajando fuertemente este último mes, y me permito acá un repaso breve, sin pretensión de exhaustividad: organigrama no docente y posteriores concursos; concursos docentes; revisión de áreas de conocimiento; definitiva puesta en marcha de la carrera académica; creación de un Consejo de Asuntos Estudiantiles, que permita mejorar la comunicación y resolución de problemas vinculados al claustro; creación de una Secretaría de Cultura y Producciones Audiovisuales, de modo de optimizar e integrar las diversas fuentes de producción audiovisual que se generan en distintos espacios de la Universidad; revisión de las designaciones de directores de carrera, democratizándolas aún más; elaboración de un registro de instituciones que articulan con nuestra Casa; y revisión de la integración del Consejo Social, adecuándolo al nuevo tiempo por venir; fortalecimiento de la vinculación tecnológica, etc.

Muchas ideas, proyectos, programas; algunos forman parte de nuestro plan estratégico, otros nacieron como consecuencia de la pandemia, y, también, están los que vienen a responder a nuevas y renovadas demandas o del contexto actual, que requieren corregir, profundizar o crear nuevas propuestas.

Por ello, quienes asumen la responsabilidad de integrar los órganos de cogobierno deberán construir, junto a la gestión, matricialmente, estos desafíos para el bien de nuestra comunidad universitaria.

Por último, permítanme agradecer, muy especialmente, a los/as consejeros/as que han trabajado arduamente en este último período. Quiero reconocer la vocación, la honestidad y las convicciones puestas al servicio de sus representados/as en los órganos de cogobierno; vaya, entonces, mi agradecimiento en nombre de toda nuestra comunidad universitaria. Sus nombres quedarán grabados en la etapa fundacional de nuestra querida UNDAV.

Diciembre 2021 | Edición #100